querida princesa, reina de mis sueños, cualquier diría que a sus ojos eres un solo perro, pero a mis ojos eres mi musa, algunos me llamarían exagerada y muchas otras barbaridades pero es lo que siento.
Pasaste un largo, doloroso y angustioso camino para encontrarme y se puede decir que yo no te recibí con los brazos completamente abiertos, me gustaban otras galgas, no me gustaba tu aspecto y simplemente prefería otro perro, pero hice lo mejor que podía haber hecho: callar.
Ahora mi querida galguita te has convertido en una parte de mi, cuento los días que me quedan para verte y jugar contigo. Adoro cuando me siento en la acera con mi libro de caballos, te sientas a mi lado y poco a poco vas invadiendo mi espacio... y al final acabas encima de mi, tomamos el solecito, tu te duermes con mis caricias y te uso de mesa para apoyar mi libro.
A parte de ser mi supermodelo eres mi ayudante de fotografía, me sigues a todos los sitios cuando voy con mi cámara y cuando estas tú es cuando mejores fotos hago.
Aunque nos separan 30 largos minutos y solo nos vemos unas pocas horas a la semana tenemos una fuerte unión, somos una.
Elegí tu nombre cuidadosamente, te llamas Pandora por la mitología griega, tu nombre en griego se escribe Πανδώρα y significa "el regalo de todos" y "la que tiene de todos los dones" y tengo que decir que elegí bien.
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