"El tema que escogí es como llegó un galgo a mi vida y como todo esto influyó en mí para acabar convirtiendo en vegana a una persona que vivía en su mundo. "
Un día esperando en
la consulta del vete, ví en el tablón de anuncios un cartel que me llamó
poderosamente la atención.
En él estaba dibujada la imagen de un galgo colgado y había un texto al lado explicando lo que pasaba con estos perros a los que yo tenía por unos seres feos y escuálidos. Me quedé anonadada, pero mis problemas me llevaron a olvidar lo que había leído.
Al cabo de unos años conocí a mi novio y me explicó que era un acogedor de galgos, se me quedaron los ojos como platos¡¡¡, acogedor de perros??, pero eso existía, eso se podía hacer??
Entonces llegaron a mi vida un galgo detrás de otro. Primero Livio, que robó mi corazón y aún no me lo ha devuelto luego Bella, la inolvidable, y por último Greta, a la que acabamos adoptando.
Mi investigación me llevó a conocer lo que son capaces los mal llamados seres humanos, conocí clases de maltrato impensables para mí, el toro de Coria, el de la Vega, Algemesí, el que un galgo no vale una bala y el terrorífico holocausto que sufren los animales en los mataderos, y tantas cosas que la mayoría no queremos saber, pero que existen.
Todo esto y el poderoso poder de la red, me llevó a un sitio y otro de foro en foro, de página en página, y me dí cuenta que se podía vivir vegano qué no era tan difícil ni tan caro. Y empecé a conocer gente maravillosa, virtualmente.
Y desde entonces me juré que conscientemente haría lo posible porque ningún animal sufriera por mi causa, ni por un sabor, ni por un abrigo, ni mucho menos una diversión
Ya veis lo que da de sí una simple visita al veterinario. Un saludo
En él estaba dibujada la imagen de un galgo colgado y había un texto al lado explicando lo que pasaba con estos perros a los que yo tenía por unos seres feos y escuálidos. Me quedé anonadada, pero mis problemas me llevaron a olvidar lo que había leído.
Al cabo de unos años conocí a mi novio y me explicó que era un acogedor de galgos, se me quedaron los ojos como platos¡¡¡, acogedor de perros??, pero eso existía, eso se podía hacer??
Entonces llegaron a mi vida un galgo detrás de otro. Primero Livio, que robó mi corazón y aún no me lo ha devuelto luego Bella, la inolvidable, y por último Greta, a la que acabamos adoptando.
Mi investigación me llevó a conocer lo que son capaces los mal llamados seres humanos, conocí clases de maltrato impensables para mí, el toro de Coria, el de la Vega, Algemesí, el que un galgo no vale una bala y el terrorífico holocausto que sufren los animales en los mataderos, y tantas cosas que la mayoría no queremos saber, pero que existen.
Todo esto y el poderoso poder de la red, me llevó a un sitio y otro de foro en foro, de página en página, y me dí cuenta que se podía vivir vegano qué no era tan difícil ni tan caro. Y empecé a conocer gente maravillosa, virtualmente.
Y desde entonces me juré que conscientemente haría lo posible porque ningún animal sufriera por mi causa, ni por un sabor, ni por un abrigo, ni mucho menos una diversión
Ya veis lo que da de sí una simple visita al veterinario. Un saludo
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| Lola |
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| Greta |
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